miércoles, 15 de mayo de 2013

Para cuando






La brisa de invierno me llega a los huesos,
en el entorno existe un ambiente superficial,
sueños inventados, 
aspiraciones construidas en cristales sin sentido.
Humanos de papel, 
sin conciencia al entorno natural y hacía sus pares.

Personas que realizan tala raza en sus vidas,
templos de pájaros de fuego,
ámbitos de la vida vetados.

Vetando habitaciones,
por aquellos caminos empedrados que fueron quebradizos
y sellando las habitaciones con papel de mantequilla.
Para encontrar otros caminos más satisfactorios,
difundir conciencia
empapelando la casa con nuevos saberes,
nuevas fuerzas para ayudar a una totalidad.

De tanto...
construir, para cuando llegue la mitad
que estemos despiertos al alba del verano,
apilando la casa de arco iris, 
en medio del río de los cantos de los pájaros,
para cuando llegue la mitad
y el pensamiento de una conciencia difundida.