jueves, 19 de septiembre de 2013

Rezos en los Templos

Así fue como llegó,
llegó un tsunami de hielo,
veía como se avecinaba,
veía como llegaba,
y también veía como se desarrollaba.

Las gélidas paredes de marmol,
sombrías con su color azul,
azul transparente y helado.

En el cemento y las paredes,
quedan marcas de ausencia,
ausencia abstracta,
ausencia y abandono.

Ausencia y abandono,
de platos rotos,
ausencia y abandono,
de almas en medio de la niebla,
en el atardecer de un día de primavera.

En el cemento y las paredes,
quedan las marcas.
Se han quedado las almas
que nunca volvieron a ser reclamdas,
todas son reclamadas en algun momento,
sin embargo,
estas almas son invisibles,
almas que esperan por cartas,
cartas de un correo perdido.

- No puedo estar convenciendo,
a mi alma que espere cartas 
en sobres de ilusión -

Las paredes me dan razones,
palabras que incendian,
y expanden el agua.

Tsunami de hielo,
¿como se desvanece?.

"Me arrende una vida, 
para poder matar a la antigua"



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